
Según el diccionario de la real academia la definición de invierno es la siguiente: "Época más fría del año, que en el hemisferio septentrional corresponde a los meses de diciembre, enero y febrero, y en el hemisferio austral, a los meses de junio, julio y agosto". Uno lee esto y dice: "No, en Singapur no hay estaciones. Aquí no hay invierno". ¡Craso error! Apenas se van acercando las fechas (precisamente estas en las que estamos ahora) vuelves al diccionario y lees: "En la zona ecuatorial, donde las estaciones no son sensibles, temporada de lluvias que dura aproximadamente unos seis meses, con algunas intermitencias y alteraciones". Entonces miras por la ventana, escuchas un trueno y empiezas a acordarte de Forest Gump y su amigo Bubba por los bosques de Vietnam. Lluvia gorda que pesa, lluvia que cae de lado, lluvia finita que pincha, lluvia que no notas pero moja... La única diferencia es que aquí para de vez en cuando y puedes ir de un sitio a otro sin tener que coger un resfriado. Estás tranquilamente jugando al tenis. De repente caen dos gotas, te escondes bajo un techillo pensado para ello, cae el diluvio, para de llover y vuelves a la pista a seguir jugando. Las pistas no resbalan. Es cierto que se ensucia un poco la bola pero como le hagas caso a la lluvia nunca haces nada. Tiene la ventaja de que cuando tienes que estudiar, no te apetece salir y mojarte, así que a menos que te dediques a escribir tonterías en un blog….
Hay otra diferencia fundamental con respecto al invierno de otras latitudes. En lugar de hacer frío o mucho frío, hace calor. Mucho calor. Por supuesto el aire esta saturado de agua, por lo que la humedad es 100% (en realidad 98, 99) así que nunca dejas de sudar. ¡Encima si te pones un chubasquero estás perdido! El impermeable no transpira y cada vez tienes más calor. Pero claro, si no te mojas. Al final la mejor solución (y la que utiliza la mayoría de esta gente pequeña) es ir por otro camino. La universidad, como todo Singapur, es un pequeño laberinto con miles de caminos y cientos de pasajes abiertos. Si hiciera frío no servirían de nada, porque cuando llueve no podrías soportar el viento, el frío o la nieve. Sin embargo aquí son perfectos. Aunque llueva a mares, ni te mojas ni pasas calor porque sigues estando en la calle solo que cubierto. Por si fuera poco no te da el sol porque de algún sitio tendrá que venir la lluvia. Así que perfecto. Eso hace que todos los edificios tengan pasillos exteriores. De esa manera puedes moverte sin mojarte y además las aulas tienen mucha luz natural. Así ahorran energía aire acondicionado para esas zonas.
Otra cosa sorprendente son los conductos de alcantarillado. Nos llamó la atención nada más llegar. Pensamos que tendría que llover muchísimo para necesitar un desagüe cada dos metros a ambos lado de cada calle. Al final resulta que sí que llueve fuerte, pero la razón fundamental es que aquí toda el agua que almacenan es agua de lluvia (ni nieve, ni mineral ni montaña ni nada). Como no tienen montañas y el territorio es muy pequeño necesitan recoger hasta la última gota de lluvia que cae. Toda aquella que se deje ir libremente a un charco o al mar es agua perdida que más adelante tendrá que ser comprada a Malasia. De hecho existe una ley por la cual está prohibido almacenar agua de lluvia. Es decir, si pones un cubo en la ventana y almacenas el agua para lo que quieras estas cometiendo un delito. (Lo que uno aprende en las clases de vez en cuando, jeje)
En cualquier caso, no me gusta la lluvia. La playita estaba bien y me gustaba nadar un rato a diario, así que a ver si se van las nubes en esas intermitencias que me vaticina la real academia y volvemos a entrar en calor.
Espero que os guste la foto de uno de los edificios de la escuela mientras llovía y uno de los pasillos que llevan hasta una de mis clases.
¡Hasta LUEGO!

3 Comments:
Soy el primero en leer la entrada, jejeje, es lo que tiene estar de examenes y despertarse a las 1 de la mañana jajaja. Bueno por lo que veo los singapureños lo tienen todo controlado así que casi como si no existieran los monzones ¿no?. Muy chulo el edificio de tu facultad. A ver si lo logro ver en Semana Santa jejeje. Siento que se te haya estropeado el viaje a Tailandia, pero bueno los golpe de estados es lo que tiene jajaja.Me alegro que te vaya todo bien y que como siempre te estés adaptando como si fuera tu casa. UN ABRAZO.
10:40 a. m.
Pequeño Miguel,
Siento que tengas que dar clase en ese edificio tan destartalado. Cualquier día os sorprenden las goteras.
Tu entrada me hace pensar en una canción que tocaba yo en el piano durante las primeras semanas de aprendizaje. La tocaba con un dedo y tenía letra. Iba algo así como
"Llueve, llueve, todo el día
Qué aburrida está mi amiga.
Para, lluvia, paaaaaraaaaaa,
Que no me GUSHta el agua".
Había que enfatizar la GUSH. No me preguntes por qué, esas cosas simplemente ocurren, sobre todo cuando tienes ocho años.
No cuentas si te aburres mucho, como la amiga de la canción, ni si te sientes muy solo, ni si te sientes muy feliz. Hablas mucho de lo que ocurre, pero no de lo que TE ocurre.
¿Ves cómo enfatizo la TE? Estas preguntas simplemente se me ocurren, sobre todo ahora a los diecinueve años.
11:59 p. m.
hola! vaya tela la lluvia de por ahi! y la humedadd! creo que yo me vuelvo loca con los pelos! tendre que llevar un bote de laca... jijiji vaya rollo lo del viaje a tailandia pero bueno seguro que vas un poco mas tarde.. mientras sigue descubriendo playitas desiertas como las de las fotos! que chulada! bueno miki ya te escribo desde alemania que me voy el domingo... UN BESO paula
5:17 a. m.
Publicar un comentario
<< Home